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Los principios de la práctica de asanas por T.K.V. Desikachar III

La respiración completa

Mientras que el objetivo sea dirigir la respiración de una forma consciente durante nuestra práctica del āsana, ayudamos a nuestra respiración (la inhalación y la exhalación) a ser más completa y profunda de lo que normalmente es.

Figura 5. Movimiento del diagrama y de la caja torácica a través de un ciclo de respiración. (A) descanso, (B) inhalar y (C) exhalar.

En la figura 5 se muestra el movimiento del diafragma durante un ciclo de respiración. Desde la postura de descanso (A), el diafragma se mueve hacia abajo en la inhalación (B). Después de que los pulmones se han llenado, el diafragma regresa a su postura de descanso (C).En un proceso de inhalación profunda, el tórax se expande al hacer que las costillas se eleven, por lo tanto, el diafragma se mueve hacia abajo y endereza ligeramente la región de la espina. En una exhalación profunda ocurre lo contrario: el frente del vientre de mueve para atrás hacia la espina, el diafragma se levanta y la espina regresa a su postura original.

Por lo general, las personas respiran sólo en el abdomen, sin expandir el pecho. Hay quienes ni siguiera usan el diafragma, restringiendo su respiración a la parte superior del pecho. Algunas veces, a las personas asmáticas o a las que tienen mucha tensión, les es difícil mover el abdomen o el pecho cuando respiran. La técnica para obtener una respiración más completa consiste en expandir en forma consciente el pecho y el abdomen al inhalar y de la misma manera contraer este último al exhalar. Esta sencilla técnica de respiración descrita abajo, junto con el integrar la respiración y el movimiento, son un medio para hacer más profunda la calidad de nuestra práctica de yoga.

Sugiero que cuando inhalemos, primero llenemos el pecho y después el abdomen y al momento de exhalar liberemos al abdomen primero y al final vaciemos los lóbulos superiores de los pulmones en la región pectoral. Esto es lo contrario a la manera de respirar que se enseña en muchas clases de yoga. La técnica que estoy sugiriendo tiene la gran ventaja de estirar la espina y la espalda. En el momento en que empezamos a inhalar, las costillas se levantan y la espina, a la que están pegadas, se extiende para arriba y se estira ligeramente. Cuando usamos la otra técnica en la que primero respiramos en el abdomen y después en el pecho, aquel se expande tanto que impide la expansión de este último y en consecuencia la espina no se dilata lo suficiente. Además, los órganos abdominales se presionan hacia abajo más que el diafragma, permitiéndoles moverse con libertad, debido el levantamiento del pecho.Porque lo que nos interesa en una respiración es que ayude a los movimientos del cuerpo y no dificulte la extensión de la espina, esta respiración de pecho a abdomen es la mejor. Practique los dos métodos y sentirá la diferencia.

                                                                        Krishnamacharya en maha bandha

La respiración es la inteligencia del cuerpo 

Permítanos investigar más a fondo la posibilidad de sentir la respiración mientras se mueve afuera y adentro. Al hacer esto, la calidad de nuestra respiración mejora en forma gradual cuando practicamos āsanas.

Cuando ejercitamos un āsana, nuestra atención debería dirigirse hacia un punto central del movimiento de la respiración. Por ejemplo, la acción principal cuando inhalamos se mueve desde la parte de arriba del pecho hasta el ombligo; cuando exhalamos la acción se encuentra sobre todo en el abdomen. Nuestra atención se concentra en estos movimientos. Seguir de forma consciente la respiración, es una forma de meditación en la que tratamos de convertirnos en uno solo con el movimiento. Esta es la misma acción de la que antes hablamos. Quien domine esto puede dirigir su atención hacia cualquier clase de actividad.

Para producir una sensación buena y suave al respirar, estrechamos el flujo de aliento en la garganta, produciendo un sonido de respiración suave. Es como si existiera una válvula en la garganta, que cerramos un poco para controlar el aliento. La medida de este control es nuestro sonido que se va haciendo más suave y que a la larga, no requerirá de ningún esfuerzo ni provocará ninguna tensión. Después de dominar esta técnica, el sonido estará presente durante la inhalación y la exhalación. Esta técnica, ujjāyī, nos permite oír y sentir la respiración cuando se vuelve más larga y profunda.

La práctica de esta técnica tiene dos ventajas. La primera,estamos más cerca del flujo de nuestra respiración y así permanecemos más alertas durante la práctica del āsana. La segunda, el sonido nos dice cuándo tenemos que parar o cambiar el āsana. Si no podemos mantener el sonido suave, casi silencioso, entonces hemos ido más allá de nuestros límites en la práctica. Por lo tanto, una respiración correcta indica, en forma precisa, la calidad de nuestra práctica de āsanas .

Otra técnica para estimular y profundizar nuestra práctica es alargar la pausa natural entre la exhalación y la inhalación y viceversa. Después de la exhalación sostenemos la respiración y detenemos el movimiento; hacemos lo mismo después de la inhalación. El lapso en el que retenemos la respiración es crucial, el cuerpo protestará si se detiene mucho tiempo, ya sea al inhalar o exhalar.

Para hacer esta práctica de manera segura, deberemos verificar que al retener la respiración, no se dañen de alguna manera la inhalación y la exhalación, Por ejemplo, es posible que mientras estamos practicando un āsana de la manera usual, inhalamos en cinco segundos y exhalamos en el mismo periodo de tiempo confortablemente. Entonces podremos retener el aliento por cinco segundos después de la exhalación. Si en la siguiente inhalación notamos que necesitamos hacer la inhalación más rápido que antes, esa es una clara señal de que no estamos listos todavía para ejercitar esta técnica de retener la respiración. Si esto último nos exige mucho, la inhalación y la exhalación se verán afectadas en forma negativa. Asegúrese de estar listo para esta técnica antes de usarla. Recuerde que el yoga es una práctica que sirve para observarse a uno mismo, sin ningún juicio.

Puede ser que ejecutemos muy bien un āsana y que nuestro cuerpo sea muy flexible, pero si no logramos integrar cuerpo, respiración y mente, no podemos decir que estamos haciendo yoga. Después de todo, ¿qué es el yoga? Es algo que experimentamos muy dentro de nuestro ser y no es una experiencia externa. En el yoga tratamos de poner en cada acción la mayor atención posible en lo que hacemos; es diferente al baile o al teatro. En el yoga no estamos creando nada para que lo vean los demás. Al realizar los diferentes āsanas observamos al mismo tiempo, lo que estamos haciendo y cómo lo estamos haciendo. Si no nos ponemos atención al realizar nuestra práctica, entonces no podemos decir que eso es yoga.

 

Los principios de bṛmhaṇa y laṅghana ilustrados por Krishnamacharya, a los 79 años, en vīrabhadrāsana (arriba) y en paścimatānāsana.

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